Conversamos con el Dr. Pablo Casas, Juez de Primera Instancia de la Capital, especializado en ciberdelito, sobre los principales riesgos a los que estamos expuestos los usuarios, sobre qué hacen los hackers y sobre cómo cuidarnos.
“A mayor acceso, tiempo que dediquemos y cosas que hagamos en los ambientes digitales, es lógico que aumente también el riesgo. Pero siempre digo, no hay que temerle: es cuestión de aprender. Al igual que ocurre en el “mundo físico”, en el que dependemos de nuestra experiencia, del saber como cuidarnos y prevenirnos para no quedar expuestos a situaciones riesgosas, en el mundo digital ocurre lo mismo. La gran diferencia es que la mayoría de las personas, somos analfabetos digitales”. Así comienza su entrevista el Dr. Pablo Casas, Juez de Primera Instancia especializado en ciberdelito. “Por otro lado creo que si bien la pandemia aceleró situaciones relativas al acceso, a la conectividad y los riesgos que implica, también puso de relieve los desafíos que enfrentamos en términos de la brecha de conectividad que existe. Hay muchas personas que aún hoy no tienen acceso a los ambientes digitales”, relata.
El magistrado, que se desempeña en el fuero Penal Contravencional y de Faltas y está a cargo del Juzgado Nº 10 de la Ciudad desde 2015, destaca que existen dos niveles en lo que hace a la seguridad informática. “El primero hace referencia a las “infraestructuras críticas” que son las instalaciones físicas, redes, sistemas y equipos de tecnología, sobre los que hoy operan y dependen el funcionamiento de los servicios esenciales. Aquí es el Estado el encargado de custodiar y garantizar su seguridad, ya que hace incluso a cuestiones de soberanía nacional”, destaca.
“El segundo punto tiene que ver con la seguridad informática a nivel de los usos particulares, es decir, de nosotros las personas. Es aquí donde tenemos que hacernos cargo de nuestras propias acciones, ya que constituímos el eslabón más débil de la seguridad. Muchas veces, son nuestras propias acciones las que nos exponen a riesgos”, comenta al tiempo que resalta que “sin dudas que en ambos niveles es importante que la legislación se vaya actualizando, ya que no es un secreto que el derecho va siempre detrás de los hechos, especialmente en estos tiempos en los que los cambios son tan veloces que es muy complejo “estar al día””.
Consultado sobre los principales tipos de ciberdelitos que aquejan a nuestra sociedad, el Dr. Casas resalta cinco: “En primer lugar, la más común de todas, que es la creación y transferencia de lo que se conoce como “virus informático", que es un software que tiene capacidad de alterar el funcionamiento normal del equipo pudiendo incluso quedar expuesta información de la persona atacada. La segunda modalidad, muy común en estos tiempos, es el “phishing”, que se basa en el engaño de la persona, pidiendo datos personales como usuario y clave bancaria, datos de la tarjeta de crédito y demás, mediante los que logran de hacerse de las credenciales válidas para ingresar a las cuentas, para luego apropiarse de los bienes o efectuar gastos en nombre de la víctima. En tercer lugar se encuentra el “grooming” o “ciberacoso”, comprende una serie de conductas y acciones emprendidas por un adulto, a través de Internet, para entablar un vínculo y ejercer control emocional sobre un menor de edad. Con respecto a los 2 casos restantes, destaca el llamado “denegación de servicio - DoS, en inglés Denial of Service-”, que es un ataque que provoca que un servicio o recurso sea inaccesible para los usuarios legítimos; y el “ransomware”, que hace referencia a una especie de “secuestro”, el que se realiza la instalación sin consentimiento de un software que bloquea el acceso de la víctima a su propio sistema, y a cambio se exige un “rescate” (generalmente en criptomonedas). “Los cambios en la legislación son importantes, pero creo que lo prioritario es que empecemos cada vez más a adquirir habilidades tecnológicas conociendo sus beneficios y a la vez ser más conscientes de los riesgos”, reflexiona.
Dado el tema de nuestra entrevista, nos resultó imposible abstenernos de la tentación de hablar de los “hackers”, aquellos individuos misteriosos, alrededor de los cuales existe una fantasía colectiva sobre sus bondades y/o maldades. “Estoy convencido de que existen hackers (buenos) y existen delincuentes. Es cierto que algún hacker puede ser delincuente, pero ser hacker no es sinónimo de ser un delincuente, es decir, el hecho de hackear algo no te convierte en delincuente, insisto. Hay curiosidad, ganas de entender cómo funcionan las cosas y por lo que sé, les encantan los desafíos en tecnología cuando alguien dice que tiene un sistema que no falla”, comenta sin eludir la fantasía. “Puedo nombrar un montón de ejemplos donde, gracias al hacking se descubrieron y se descubren cosas que incluso hacen a la democracia. Por ejemplo, puedo mencionar el caso en el que nos enteramos que una de las empresas que vendía aspiradoras robot, recolectaba datos sobre cómo era la casa que ayudaba a limpiar”, alerta.
“Por eso insisto en que es muy importante informarnos, estar atentos. Y si se es víctima de algún delito, siempre se debe denunciar. Hoy en el Poder Judicial de la Ciudad, se cuenta con áreas especializadas para investigar y juzgar este tipo de conductas. Y en este sentido, creo fundamental el aporte de la comunicación para aprender, entender y conocer algo, en este caso, buenas prácticas informáticas. Es necesario pensar la forma de mejorar la comunicación de temas que no nos son accesibles o fáciles de entender, vinculados a desarrolladores, programadores, matemáticos, y más disciplinas que forman parte de “lo digital”. Las fuerzas de seguridad, los dirigentes políticos y el poder judicial, tienen que poder enseñarnos a ejercer el autocuidado en materia informática”.
Si fuiste víctima de un ciberdelito, podés denunciarlo online, las 24hs del día y los 365 días del año en https://mpfciudad.gob.ar/.
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