Conversamos Facundo Nejamkis, Director de Opina Argentina y Vicerrector de la Universidad Nacional de Almirante Brown, sobre el impacto político de la segunda ola y la economía en un año electoral.
Cortesía Radio Rivadavia.
Con la carrera electoral lanzada, una segunda ola que golpea con fuerza, sistemas de salud abarrotados y una economía que acusa los golpes de un 2020 complejo, el 2021 se presenta como un año de alto voltaje.
En mayor o menor medida, prácticamente todos los funcionarios que tienen a su cargo la gestión de municipios, ciudades, provincias o la nación, han visto caer su popularidad desde los picos que ostentaban al inicio de la pandemia, cuando el apoyo de la ciudadanía y un tibio consenso de las fuerzas políticas se hacían notar. Desde el último semestre del año pasado, el Gobierno Nacional es la principal víctima de esta quita de apoyo.
“Eso puede advertirse a partir de distintos indicadores, pero la baja aprobación de la política económica oficial (35%) y el alto señalamiento del oficialismo como principal responsable de la actual situación del país (50%), son los más contundentes”, comenta Facundo Nejamkis, Director de Opina Argentina y Vicerrector de la Universidad Nacional de Almirante Brown. “Con el comienzo del año 2021, vacuna-gate mediante, la política de combate a la Pandemia comenzó a perder credibilidad. Basta ver lo que ocurre con el Plan de Vacunación: hoy sufre la desaprobación del 58% de la población”, advierte.
Esta conjunción de indicadores negativos tanto en lo económico como en lo sanitario, hace que al Gobierno se le presente un escenario complejo, con dificultades para identificar una bandera clara que levantar de cara a un año electoral.
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“Si bien en el inicio de la Pandemia el gobierno pareció apostar por la salud y buscó mitigar las consecuencias de la irrupción del virus, el plan para el 2021 contemplaba una mirada más optimista: reactivación económica, negociación con el FMI y vacunación masiva. Estos puntos hoy parecen de muy difícil cumplimiento y la percepción sobre la inflación –principal preocupación de los argentinos- da cuenta de la escasa confianza que hay en el rumbo económico: tan sólo un 9% de los encuestados creen que bajará”, agrega Nejamkis.
Es en este contexto en que la coalición oficialista enfrenta un año electoral cuyo calendario aún es una incógnita. Sin embargo, aporta Nejamkis, “un dato que ya puede apuntarse con certeza es que en las elecciones legislativas el voto tiende a dispersarse en diferentes alternativas, lo que supone una ventaja para un oficialismo que se presume unido”. “El Frente de Todos sigue liderando los sondeos, aunque cada vez con más escaso margen: hoy obtendría un 35% de votos a nivel nacional, seguido de cerca por Juntos por el Cambio con el 33%. Esa diferencia se amplía a más de siete puntos en provincia de Buenos Aires. De nuestras mediciones se desprende que la intención de voto del oficialismo ha mermado un 10% en tan sólo 4 meses”. Ante la pregunta sobre si el gobierno perdió parte de su base electoral del 2019, el Vicerrector de la Universidad Nacional de Almirante Brown comenta que “en principio, puede afirmarse que sí: a fines del año pasado el FdT fidelizaba un 87% de sus votos, mientras que hoy retendría un 73%, una caída de 14 puntos”.
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Ese dato se hace aún más visible cuando se analiza el porcentaje de “indecisos” entre quienes votaron a la fórmula Fernández – Fernández: pasó del 7% en diciembre del 2020, al 20% en marzo de este año. Sin embargo, no está claro quién se convirtió en “dueño” de esos votos. “La migración de estos votantes no es clara y ninguna fuerza política parece hoy con capacidad y discurso político como para atraerlos. ¿Será el oficialismo capaz de retenerlos? Sin dudas será su gran objetivo de cara a las elecciones”, agrega Nejamkis.
Según Facundo, “la tregua política que se ensayó cuando la Pandemia irrumpió, hoy ha quedado en el olvido. Con la grieta a flor de piel, el Gobierno apuntará a mantener su base electoral, especialmente en lo que tiene que ver con la Provincia de Buenos Aires, que no sólo es su principal bastión sino también el distrito que más diputados elegirá, algo muy importante teniendo en cuenta que el oficialismo no cuenta con una mayoría propia en la Cámara Baja”.
“Ese es el escenario político de hoy, promediando el mes de abril. La llegada de la segunda ola, el comienzo de restricciones y los tironeos entre oficialismo y oposición nos recuerdan que todo es muy volátil”, cierra Nejamkis.
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