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Luz, cámara, transformación

Conversamos con Victoria Aizenstat, Productora de Aleph Cines, y con Matías Mosteirin, Director de K&S Films, sobre cómo el cine argentino se adapta a la “nueva normalidad”.


Que los argentinos amamos el cine no es un secreto: Argentina es el país con mayor cantidad de salas per cápita de Latinoamérica. No es casual, entonces, que nuestro cine sea de los más relevantes del mundo de habla hispana, comenzando su historia en el año 1896, con la primer proyección en el Teatro Odeón de la Ciudad de Buenos Aires.


Al igual que otras industrias nacionales, el camino recorrido desde aquel entonces estuvo plagado de obstáculos que superar, transformaciones que llevar adelante, éxitos y fracasos. La pasión y el instinto de superación, sin embargo, nunca faltaron. Y esta coyuntura, no hace más que probar que siguen intactos.


“Desde el primer momento, invertimos una considerable cantidad de tiempo en contener la crisis y, como en la mayoría de las organizaciones, también hubo mucho “guessworking”. Nuestro principal esfuerzo se concentró en la contención del equipo, conformado por más de 140 personas entre técnicos y actores, además de todos los proveedores y su personal” nos cuenta Matías Mosteirin, Director de K&S Films, la productora cinematográfica responsable de los grandes éxitos “Relatos Salvajes”, “La Odisea de los Giles”, “El Clan” y el último documental de la vida de Pepe Mujica. “Contamos con el invaluable apoyo de nuestras gerencias de Legales y de RR.HH., que actuaron con mucha idoneidad, poniendo el factor humano siempre en primer lugar. Eso nos permitió tomar decisiones rápidamente y comunicarlas con seguridad y sin demoras, lo cual resultó clave para implementar un plan que resulta sostenible al día de hoy”.

Matías Mosteirin, Director de K&S Films, con Reed Hastings, CEO de Netflix


Para Mosteirin, el aislamiento y la pandemia, también trajeron cosas positivas y algunos aprendizajes: “Tuvimos que reinventarnos de forma creativa y responsable. Generamos nuevas prácticas de trabajo, organización y comunicación dentro del equipo, otorgamos autonomía para la formación de equipos por proyecto que pudiesen funcionar con su propia agenda y se redefinió la dinámica de trabajo y comunicación con los accionistas, que asumieron un fuerte liderazgo”.


En eso coincide Victoria Aizenstat, Productora de Aleph Cines, la productora argentina responsable de largometrajes como “El Ciudadano Ilustre” y “Mi Obra Maestra”. “Estamos más interconectados y comunicados que cuando estamos en la oficina. En la productora, aunque estemos físicamente cerca, por la división de tareas cada uno hace lo suyo. La pandemia nos devolvió la revalorización del trabajo conjunto, de una segunda opinión, en una actividad cuya esencia es grupal, no individual”. “La actividad cinematográfica tiene tres pilares: el desarrollo de proyectos, la producción y la distribución/exhibición. El aislamiento no permitió los rodajes, ni estuvieron abiertas las salas de cine. Por eso, nuestro foco está puesto en seguir desarrollando proyectos, y exhibir nuestras películas en otras ventanas que no sean los cines (televisión, plataformas, etc). Como el pilar que sí se puede mantener durante la pandemia es el del desarrollo, encontramos como aspecto positivo que tenemos más tiempo para dedicarle a nuestros proyectos, como por ejemplo, tiempo valioso para releer guiones, y trabajar en los materiales de presentación”, concluyó Aizenstat.

Victoria Aizenstat, Productora de Aleph Cine


“Conforme las distintas formas de comunicación virtual gradualmente revelan sus limitaciones y se vuelve cada vez más evidente la relevancia de la vida pública en la sociedad, y la importancia de la interacción en espacios compartidos, creo que en K&S Films y en el Grupo Insud no nos equivocamos al advertir desde el inicio de este proceso que contener y crear condiciones de bienestar para el trabajo en equipo resultaría clave para atravesar esta etapa. Tenemos en el horizonte, como anhelo de la organización, arribar juntos al día en que podamos mirar hacia atrás y advertir, una vez más, que pocas cosas son más fortalecedoras e inspiradoras para un equipo que la consciencia de haber sido capaces de atravesar la adversidad de forma solidaria y colaborativa, con cohesión, creatividad, honestidad y transparencia; cuidando, entre todos los integrantes, el bienestar del equipo como una extensión del propio bienestar y de la integridad emocional de cada uno”, cerró Mosteirin.


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