Victoria Baeza, Directora del MARQ, sobre el “nuevo” punto de partida de la construcción
- VERBO
- 15 sept 2020
- 5 Min. de lectura
Conversamos con Victoria Baeza, Arquitecta y Magíster en Historia y crítica de la Arquitectura, el Diseño y el Urbanismo por la UBA, Directora del MARQ y Directora de Grupo Sur Comunicación y Guía de la Construcción.

Con una incipiente vuelta al trabajo, la industria de la construcción intenta recuperar algo del tiempo perdido a causa del parate total al que la obligó la pandemia, sumado a un tiempo pre-COVID que tampoco era ideal. Los momentos de mucha incertidumbre requieren de ideas frescas, de nuevas formas de ver y pensar la realidad. Es por eso que, desde VERBO conversamos con Victoria Baeza, Arquitecta y Magíster en Historia y Crítica de la Arquitectura, el Diseño y el Urbanismo por la UBA, Directora del MARQ y Directora de Grupo Sur Comunicación y Guía de la Construcción, en busca de indicios.
“Siempre tuve vocación emprendedora”, comienza. “Desde temprano busqué generar soluciones y estrategias de comunicación para mi disciplina. Así fundé mi primer agencia de Estrategia y Diseño de Imagen Corporativa antes de recibirme, que hoy continúa creando contenidos”, comenta. “También fundé Guía de la Construcción como medio cuando me recibí de arquitecta, viendo la necesidad de conectar a las empresas proveedoras con los profesionales y usuarios del sector. Desde hace 25 años Guía de la Construcción a través de diferentes formatos une profesionales y amantes del diseño y la construcción con proveedores de productos y servicios. Mi objetivo principal fue y sigue siendo promover una plataforma que impulse la promoción de proyectos y el networking en un entorno colaborativo entre profesionales y empresas”, resalta.
“En el 2018 me llegó la propuesta para dirigir el MARQ (Museo de Arquitectura y Diseño de la SCA) y pude volcar con esta función mi interés en comunicar el valor social de la arquitectura, generando acciones concretas que acerquen la disciplina con el colectivo profesional y con la sociedad, haciendo del MARQ un espacio abierto y plural, preparado para la experiencia cultural actual”, relata. “El Museo debe tener un rol fundamental en la difusión pública de la práctica de la arquitectura y el diseño, en términos de patrimonio cultural. Queremos abrir el campo de reflexión poniendo en cuestión temas acerca del hábitat, la identidad cultural, la perspectiva de género y el valor simbólico del diseño, la arquitectura y la ciudad. Por eso, el MARQ debe ser una plataforma que promueva la construcción de diálogos entre la producción de arquitectura y ciudad y su proyección en la sociedad”, destaca.
“Como directora en este año y medio busqué transformar el MARQ en un espacio abierto a la ciudad. Generamos un ambicioso programa de exhibiciones y actividades que tuvo como objetivo insertarlo en el circuito de museos nacionales y de la ciudad. Una programación continuada de arquitectura, diseño, arte e instalaciones que se potenció con nuevas experiencias en formatos diferentes: actividades de formación y divulgación, cine, conferencias, talleres infantiles de arquitectura y urbanismo, la creación de ARQFEST (el festival de arquitectura) y un cambio en la comunicación basado en el rediseño de imagen que, junto a la creación de su plataforma web y de un newsletter quincenal, acercaron al colectivo profesional y difundieron e incentivaron la disciplina en el público general, sumando nuevos públicos de todas las edades”, rescata. “Además, creamos un Programa de Patrocinio para articular la relación del museo con las empresas del sector privado cuya contribución posibilita el desarrollo de todas las exhibiciones programadas, actividades de divulgación, talleres, producción editorial y nos permite afianzar esta nueva y transformadora etapa del MARQ”, concluye sobre su rol al frente del Museo.
Yendo hacia el centro de la cuestión, las cifras que exhibe el sector de la construcción no son alentadoras: caída del 14,8% interanual en junio de 2020 y un descenso acumulado del 37,8% en el primer semestre de este año, con una pérdida del 21,2% de los puestos de trabajo del sector. Puntualmente, en la Ciudad el impacto es del 81,3% en la cantidad de permisos de nuevas obras registradas y en todo el AMBA, la cantidad de obras frenadas asciende a 5.000.
“La construcción es una de las industrias más damnificadas en los últimos tiempos. La crisis antecede a la pandemia ya que acumula una caída consecutiva de 24 meses, a la vez que es uno de los sectores productivos más potentes para el desarrollo económico del país y entre los de mayor aporte al crecimiento del PBI. Además, es una actividad federal donde más del 90% de las empresas que lo llevan a cabo, son pymes que dinamizan a una multiplicidad de industrias conexas que forman parte de su cadena de producción y requieren un gran porcentaje de mano de obra. Es por eso que su impacto también tiene un efecto multiplicador en el nivel de empleo”, diagnostica.
“Los diferentes referentes del sector coinciden, por un lado, en las expectativas que el segmento de viviendas y obras públicas genera, pero la preocupación es generar demanda para el sector privado, sobre todo, con líneas de crédito hipotecario”, analiza. “Con respecto al plan de obras públicas ha habido anuncios y es positivo por el potencial de generación de empleo. Sin embargo, difícilmente tenga efectos inmediatos para lograr la recuperación este año, incluso cuando distintos funcionarios del Gobierno reconocen el rol central que tiene la construcción en la economía post pandemia, relanzando el plan Procrear y Argentina Construye. Por otro lado las ventas de algunos materiales de construcción ha crecido, pero este aumento no se ha traducido en más construcción sino para acopio como una forma de ahorro”, comenta.
Con la llegada de Septiembre, en la Ciudad de Buenos Aires volvieron a la actividad las obras de más de 5.000 metros cuadrados y las que se encuentren a 90 días de su finalización. “Estas obras, más las que están en excavación y demolición, que ya estaban permitidas, se acercan al 50 % de las obras funcionando. Sin embargo quedan afuera todas las obras de pequeña y mediana envergadura”, resalta la profesional. “En este sentido, las entidades SCA, CPAU, CPIC y el CAI acercaron propuestas al jefe de Gobierno de CABA y al presidente de la Nación para la reanudación paulatina de las obras. Con la flexibilización de la cuarentena la obra privada afronta una nueva etapa en la que deberá evaluar una nueva estructura de costos y la continuidad de las obras, contemplando nuevos protocolos con las medidas sanitarias”, comenta.
Sin embargo, a pesar de un inicio complejo, Baeza destaca que la construcción presenta oportunidades, una vez superado el desafío de volver a poner en marcha las obras y proyectos, volver a construir. “Para las obras nuevas se viene una ventana de oportunidad porque los costos están a nivel histórico, similar a lo sucedido en 2002-2003 donde hubo bastante actividad post crisis, por lo que la inversión en construcción podría volver a ser una oportunidad y a mediano plazo es necesario que haya incentivos y políticas públicas para que el sector reaccione”, concluye.
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