Tuvimos la oportunidad de conversar con Sebastián Zuccardi, que lidera la empresa familiar (3era generación), sobre el reconocimiento que otorgó la organización World´s Best Vineyards, a la Mejor Bodega y Viñedo 2020.
La organización World´s Best Vineyards elabora, todos los años, un listado con las 50 mejores “experiencias enológicas”, que incluyen grandes vinos y más de 1.500 bodegas de 18 países, en los cinco continentes. La diversidad de los Top 50 es increíble: hay maravillas arquitectónicas modernas, antiguas bodegas protegidas por la UNESCO, restaurantes con estrellas Michelin y pequeñas bodegas familiares donde los mismos propietarios hacen la exhibición. Además de evaluar los vinos, se examina toda la experiencia: la gastronomía, el recorrido, el ambiente, el personal, la vista, el precio, la reputación, la accesibilidad y todo lo que hace que una visita sea una experiencia gratificante para los visitantes.
El pasado lunes 13 de Julio, en una ceremonia celebrada de manera virtual a causa de la pandemia, se reveló la lista de este año y Zuccardi Valle de Uco fue elegida, por segundo año consecutivo, como la Mejor Bodega y Viñedo del Mundo y de Sudamérica por más de 500 referentes internacionales.
Conversamos con Sebastián Zuccardi, tercera generación al frente de la empresa familiar fundada en 1963 por su abuelo, Alberto Zuccardi, que luego tuvo al frente de la misma a su padre, José Zuccardi. Respecto del galardón, Sebastián afirmó: “lo vivo como un reconocimiento a una familia que cree en el lugar donde vive y cultiva, porque la bodega está inspirada en la Cordillera de los Andes que es la que determina la identidad de nuestros vinos. La bodega busca ser parte del paisaje, sin competir con el entorno por lo que por mucho tiempo será actual ya que está basada en la identidad del lugar. Hay una coherencia muy grande entre la bodega y nuestra forma de hacer los vinos”.
Zuccardi expresa a través de cada uno de sus vinos la esencia de su origen, esa única e irrepetible combinación de clima, suelo, altitud y trabajo del hombre. Cada línea de vinos representa un concepto, una creencia, un homenaje, es la fiel expresión del viñedo donde se gestó. No hay mejor testimonio de ésto, que el edificio de la bodega, inaugurado en el año 2016: la construcción se realizó con elementos naturales, piedras del lugar, redondas, blancas, calcáreas. Está hecha de cemento de afuera hacia adentro, desde las paredes de piedra hasta las piletas de hormigón sin cobertura epoxi donde se elaboran los vinos.
Desde 2008 la bodega cuenta con un área de Investigación y Desarrollo, dedicada al estudio del terroir y las diversas variables que inciden en la calidad del vino. El objetivo es, según palabras del propio Sebastián Zuccardi: “no buscar vinos perfectos, sino aquellos que expresen el lugar, la región”.
Desde VERBO tuvimos la oportunidad de reconocer a la bodega, a manos de José "Pepe" Zuccardi, por su extensa trayectoria y por ser un símbolo del talento y la calidad que pueden lograr los argentinos. ¡Revivilo aquí!
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